Washington, 9 oct (Prensa Latina) Latinoamérica y el Caribe mantendrá en 2024 un débil desempeño económico, con alza del Producto Interno Bruto (PIB) en torno al 1,9 por ciento, pronosticó hoy el Banco Mundial (BM).
Apenas un 3,5 por ciento del PIB del área es invertido en infraestructuras, y los sistemas educativos públicos siguen por debajo del nivel internacional, mientras continúan los problemas de seguridad pública y las dificultades a la hora de hacer negocios, dijo a la prensa el economista jefe del BM para la región, William Maloney.
En general, opinó, «tenemos que revisar nuestros ecosistemas empresariales y los sistemas de innovación para que las empresas locales puedan absorber tecnología y aumentar su productividad».
Según el estudio, la economía de Argentina registrará en 2024 una contracción del 3,5 por ciento, pues el país sudamericano está inmerso en una profunda recesión, con la mitad de la población en la miseria.
«Sí, estamos muy preocupados por el hecho de que la pobreza aumentó muy bruscamente en la primera mitad del año en Argentina», dijo Maloney en la rueda de prensa.
Mientras el PIB de Haití, la nación más empobrecida del hemisferio occidental, volverá a retroceder (-4,2 por ciento) debido al agravamiento de la situación interna por la guerra entre pandillas, juzgó la entidad financiera.
Para dejar atrás el ciclo de bajo crecimiento, la región debe aprovechar este momento clave y «atraer las inversiones necesarias para el desarrollo sostenible, fomentar la innovación, construir capital humano, crear más y mejores empleos», afirmó el vicepresidente del BM para la zona, Carlos Felipe Jaramillo, citado en un comunicado.
No obstante, agregó, el área está cerca de ganar la batalla contra la inflación y dar vuelta a la página de los problemas macroeconómicos causados por la pandemia de la Covid-19.
En agosto, la tasa anualizada de inflación en América Latina se situó en el 4,2 por ciento y eso se debe a las medidas adoptadas tempranamente por Brasil, Chile, México, «que reflejan lo que yo consideraría una mayor profesionalización de los bancos centrales», juzgó Maloney.
Sin embargo, los costos de la energía y los alimentos siguen siendo altos, contrastó.
El informe del BM también llama la atención sobre los desequilibrios fiscales y el endeudamiento: la ratio deuda-PIB subió al 62,8 por ciento en 2024, en comparación con el 59,1 por ciento a escala regional en 2019, lo cual reduce el margen de los Estados para el gasto público.
Además, la inversión extranjera directa está en niveles inferiores a los de hace 13 años, lo cual resulta explicable por los altos costos del capital, los débiles sistemas educativos, la energía e infraestructura deficientes y la inestabilidad social, valoró el BM.